Todos reconocemos que la fruta es un alimento saludable, aunque no es del todo así.
En muchos casos, la fruta convencional está inundada de pesticidas y fertilizantes que pueden provocar graves problemas de salud, algo que no ocurre con las frutas ecológicas.
Las frutas ecológicas se cultivan de una manera totalmente diferentes, sin utilizar estás sustancias nocivas que son perjudiciales tanto para nosotros como para el medioambiente. Ese es la gran diferencia entre la fruta ecológica y la convencional.
Además, la fruta ecológica se puede conseguir en cualquier época del año, por mucho que únicamente puedan ser cultivadas en determinados periodos. Otra gran ventaja.
Estas frutas están 100% libres de tóxicos y son muy beneficiosas para nuestro organismo, pues provienen de la llamada agricultura ecológica. Esta está basada en unas estrictas normas a la hora de producir alimentos de calidad y que no afecten al organismo o al medioambiente.
Cómo saber si una fruta es ecológica
Lo cierto es que, en muchos casos, es díficil identificar si una fruta es ecológica. Existen instituciones que se dedican a controlar que esto no pase, pero son muchas las tiendas que mienten y hacen pasar sus frutas convencionales por frutas ecológicas.
A día de hoy, existen entidades encargadas de etiquetar la fruta ecológica, lo cual te da la garantía de que fueron cultivadas bajo estrictos requisitos.
Por contra, su precio es más elevado, pues requiere de una mayor dedicación para cumplir las normativas ecológicas.
Aún así, hoy en día son muchas las personas que enferman gravemente debido a los tóxicos que infestan las frutas que comemos a diario, por lo que la fruta ecológica siempre serán una buena inversión para tu salud.
Así, comiendo alimentos totalmente sanos, tendrás la garantía de correr ningún riesgo además de los que ya de por sí este mundo trae. ¡Busca siempre la etiqueta ecológica!